25 jun 2014

Construyendo mi hidrohide



Un hidrohide es algo que debes construirte, tanto porque es algo que no se vende, como porque no es demasiado complicado si uno tiene las mínimas habilidades en bricolaje.
Tras comprobar la eficacia de este sistema de ocultamiento, me dediqué a leer en varios blogs de aficionados a la fotografía de aves explicaciones más o menos claras sobre la forma de hacerlo.
Tomando un poco de aquí y otro poco de allí, elaboré mi propio diseño y me puse manos a la obra. Describo la construcción por si sirve de ayuda a alguien, como me sirvieron a mi las descripciones de otros aficionados (perdón por la foto de móvil, pero mejor esto que nada).
  1. Compré 4 planchas de poliestireno extrusionado... Es un material mucho más resistente que el poliestireno expandido (que se suele nombrar "corcho blanco"), además de flotar y no ser poroso, por lo que es ideal para este cometido.
  2. Corté las planchas para obtener piezas de ... para el frontal, a las que luego di forma de proa, con el fin de que los movimientos en el agua levanten poco oleaje
  3. Los dos laterales son piezas de ... a las que practiqué un hueco para introducir un "tupper" a cada lado, en los que irán el móvil, tarjetas de memoria, un duplicador, agua, algo de fruta...
  4. Las 4 piezas de cada parte se pegaron entre sí con cola de carpintero.
  5. Una pieza superior de cada parte del hidro es de tablero ... para dar consistencia a la parte que soportará el peso y el roce, además de resistir el tiro de las varillas.
  6. Los dos laterales se unieron al frontal mediante bisagras, para que todo el conjunto no ocupe demasiado y poder transportarlo en el coche.
  7. Para fijar un poco estos laterales y que no se levanten estando en el agua, no he encontrado otro sistema que unos pulpos elásticos que paso por debajo de la estructura y sujeto a cáncamos. Este mecanismo está a la espera de ser mejorado, aunque funciona aceptablemente.
  8. Sobre la pieza delantera, pegué un cuadro de 25x25 cm de tablero, sobre el que atornillé una zapata de rótula (una barata) en la que cambié el tornillo de 1/4 de pulgada por otro de 3/8, ya que aquí se ajustará la rótula
  9. A todas estas piezas, una vez pegadas con cola y colocadas las bisagras y cáncamos, se les dio un par de manos de pintura impermeabilizante.
  10. Para la cubierta utilicé dos trozos de tubo de riego de 20 mm, cruzados y unidos por una abrazadera. Estos tubos se sujetan al hidro mediante 4 varillas de tienda de campaña, que van insertadas en 4 agujeros hechos en las 4 esquinas de la estructura. De este modo los tubos quedan firmemente sujetos formando una pequeña cúpula.
  11. Todo el conjunto se cubre con tela de camuflaje, cortada a la medida, cosida por Antonia para darle forma y con una rendija frontal y dos ventanas laterales (tapadas con tela mosquitera negra), además de otra ventana frontal por debajo de la rendija de visión, para el objetivo (debe ser lo suficientemente amplia como para permitir los movimientos laterales de tele.
  12. El toque final cuando se va a entrar en el agua es una red de camuflaje que cubra toda la tela, pues da una sensación más natural. Esta se fija a la tela con pinzas y ésta a los tubos también con pinzas.

Y éste es el resultado final (estas foto las hizo Nicolás Pírez, un día que "navegamos" juntos).




En esta foto se puede ver que en muchos momentos, al ser mínima la profundidad, hay que colocarse en posturas muy incómodas, incluso tumbado sobre el limo o las piedras.




El resultado siempre es mejorable y seguramente con el tiempo iré modificando pequeños detalles. Pero funciona perfectamente y sirve para el uso a que ha sido destinado, como se comprobará de ahora en adelante, en mis siguientes posts.

Esta foto, hecha con móvil, la hizo Antonia, mi mujer, el día de mi estreno (que no quiso perderse).
El neopreno es necesario porque cada sesión de hidrohide suele ser de varias horas y con tanto tiempo existe el riesgo de una hipotermia, incluso en pleno verano... sin olvidar que así se evita también salir cubierto de sanguijuelas.