24 jul 2014

El vuelo de las garzas


Especies
Ardea cinerea
Ardea purpurea

Tras el regreso del viaje a oeste de USA, vuelta a la normalidad y a las salidas con el gran descubrimiento del año: el hidrohide.

Para esta entrada tras el regreso he seleccionado algunas de las fotos que he hecho en el último mes de garzas volando, pues siempre me ha resultado muy curiosa la postura que adoptan y la sensación que transmiten al volar.

Al ser aves de gran envergadura, las garzas, tanto la real como la imperial son muy precavidas y mantienen una importante distancia de seguridad con las personas, ya que no pueden levantar el vuelo con gran rapidez.

 Garza imperial (Ardea purpurea)


Garza real (Ardea cinerea)

Si uno se detiene a observarlas, el vuelo de las garzas llama la atención por la sensación de pausado, relajado y tranquilo, como sin prisas, por muy apuradas que se encuentren.

El cuello recogido, las patas extendidas y muy juntas, esas enormes alas moviéndose de forma majestuosa... todo contribuye a producir esa sensación de lentitud y calma.






Es habitual que emitan sus típicos graznidos mientras vuelan, como hizo este ejemplar, rompiendo un poco la sensación de pausa y calma en su vuelo.